Las Almenas de la Casa Lazaga.

¿DONDE  SE ENCUENTRAN LAS COPAS DE LAS ALMENAS DE LA CASA LAZAGA?

COMO POR ARTE DE MAGIA

 Durante años los contemplamos y ahora no están. Desaparecieron sin dejar rastro, como por arte de magia. Desde que fuera construida en 1888 la fachada de la casa Lazaga siempre estuvo coronada por seis pilares que servían de sustento a un mismo número de jarrones ornamentales. Cada uno de dichos jarrones posee adosados a su cuerpo principal una serie de relieves que representan unas caras grotescas de lo que puede ser un demonio, quizás un monstruo o algún tipo de ser mitológico. Se encuentran cubiertos por una tapa sobre la que destaca un remate en forma de piña en su parte más alta. Su presencia añadía un aire aun más majestuoso y señorial a la impresionante fachada del conocido edificio. Fueron capaces de sobre vivir al paso del tiempo, a las inclemencias de nuestra madre naturaleza, y cuando empezaban a sentirse inmortales y seguros en la posición privilegiada que ocupaban sobre el cielo de nuestra ciudad, alguien ha decidido que su ubicación no era la más adecuada. Lo que resulta más intrigante del tema es que nadie sabe quien fue, porque lo hizo y lo que quizás sea más importante, donde se encuentran en la actualidad.

Desde Ciudadanos por San Fernando adquirimos un firme compromiso con la ciudadanía mediante el cual nos comprometimos a velar por el bienestar y los intereses de todos los ciudadanos. Dentro de este compromiso y como no podía ser de otra manera se encuentra el de salvaguardar en la medida de lo posible el extenso legado histórico que nos ofrece nuestra ciudad. En el preciso momento en que se tuvo conocimiento de la falta de los motivos ornamentales de la casa Lazaga, desde el grupo municipal se iniciaron pesquisas para intentar esclarecer el porqué de su desaparición y cuál era el paradero actual de las piezas en cuestión. Las averiguaciones que se han llevado a cabo no han aportado nada nuevo al caso. Solo se ha podido constatar que la inmensa mayoría de los ciudadanos conocían su existencia, una parte importante de ellos había detectado su ausencia, pero nadie sabe el porqué de su desaparición ni que nueva ubicación se les puede haber asignado.

Aunque por el momento sigamos sin respuesta alguna que aporte un poco de luz a esta misteriosa desaparición, no cejaremos en nuestro empeño de descubrir al responsable o a los responsables de que los ciudadanos de San Fernando no puedan disfrutar de la visión de ese pedazo de su historia que por derecho les pertenece. Seguiremos indagando hasta conseguir una explicación lógica y convincente sobre el asunto y lo que es mucho más importante, hasta descubrir donde se encuentra en la actualidad ese legado propiedad de todos los cañaillas.

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